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La Paz, Cochabamba y Santa Cruz concentran alrededor de 10 mil niños en situación de calle

miércoles, 4 de enero de 2012

En La Paz, Cochabamba y Santa Cruz se calcula que existirían entre 3.000 a 10.000 niños en situación de calle, aunque para la especialista en el tema Marcela Losantos, estos datos no son certeros ya que no se toma en cuenta que los niños en situación de calle pueden volver a su hogar o cambiar de Departamento.

Hay niños desde los 0 años, chicos de segunda generación de calle, es decir niños de niños en situación de calle, pero normalmente la edad de inicio de vida en la calle es a partir de los 13, 14, 15 años, tomando en cuenta que antes rondaba los 8 a 10 años, siendo una de los hipótesis de la investigación de Losantos que esta salida a la calle más tardía se debería a la rudeza de la vida en la calle, debido a que el niño está cada vez más expuesto a esto y necesita ser más grande para defenderse de mejor manera cuando vive en la calle.
La esperanza de vida de las personas en situación de calle es hasta los 35 a 40 años, pero se ha visto casos que viven mucho menos como niños de 8, 10, 11 años que mueren por la rudeza de la vida en la calle, como también muchos de ellos mueren congelados en época de invierno, explicó Losantos.

Este conflicto demuestra la imposibilidad del Estado para brindar protección a los niños suficiente para que no necesiten salir a las calles, sostuvo Losantos, al explicar que está situación trae consigo otros problemas como el robo, el consumo de drogas y otros conflictos en los que se encuentran envueltos estos niños.
Los niños en situación de calle empiezan consumiendo inhalantes, pero dependiendo del tiempo de permanencia en la calle hay quienes tienden también a consumir drogas duras, complementó. Mientras más tiempo permanecen los niños en las calles hay mayor probabilidad de consumo, sin embargo es necesario apuntar que existen algunas excepciones pues no todos los niños que viven en la calle consumen drogas, aunque en pocas excepciones.

Según la Asamblea General de las Naciones Unidas "hay que considerar la cuestión de las sustancias volátiles, porque no están sujetas a la fiscalización internacional. Estas sustancias pueden funcionar como punto de entrada en los estupefacientes y las sustancias psicotrópicas, y los jóvenes en circunstancias especialmente difíciles, como los/as niños/as de la calle, son particularmente vulnerables. Para millones de niños que viven en la calle, la inhalación de sustancias volátiles es un medio de escape mental y físico."
En América Latina y otros lugares del mundo en desarrollo, la droga más común entre niñas y niños en situación de calle es el pegamento de zapatos a base de solventes. Estos productos, fabricados en su mayoría a base de Tolueno y Ciclohexano, les quitan el frío y la desesperación. Pero también dañan al hígado, a los pulmones y al cerebro y en algunos casos, pueden provocarles la muerte.
Los grupos de calle normalmente inciden en el inicio de consumo de drogas, es como los rituales que forman parte de la vida de la calle, aseguró Losantos. Este consumo se dá por varios factores como por ejemplo para tener valor, para enfrentarse a las cosas que pasan en las calles, "es como cuando uno esta farreado se toma unos tragos y se siente dueño del mundo es más o menos la misma situación", por lo que los niños para conseguir hacer ciertas cosas y desafiarse a sí mismos recurren a la droga, afirmó Losantos.
De acuerdo a la investigación de Ariel Gustavo Forselledo "Niñez en situación de calle" un modelo de prevención de las farmacodependencias, los niños, niñas y jóvenes marginados que viven o están en las calles de las grandes ciudades tienden a usar drogas siguiendo patrones de comportamiento grupal que encierran distintos significados. Por un lado se entiende en estos que el consumo de drogas tiene un sentido de fuga de la dura realidad que deben enfrentar en las calles.
También se sostiene que algunas de las sustancias tóxicas, que utilizan por inhalación, quitan la sensación de hambre u otras, que euforizan, quitan la sensación de cansancio. Por otro lado, estos niños y niñas saben que el único grupo de pertenencia que tienen es el de sus propios pares, por lo que tienden a identificarse con aquellos modelos de conducta que su grupo genera.
Si bien los niños recurren a la droga como una forma de evasión de la realidad que están viviendo y a la que les toca enfrentarse día a día, según Losantos todo esto también tiene que ver con un tema de identidad, pues el niño en situación de calle se define también a través del consumo. Los efectos de los inhalantes son experimentados por el consumidor al aspirar voluntariamente sus gases, afectando y alterando el funcionamiento del sistema nervioso central.

Nota: Jornada
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